Hoy por fin ha salido el Sol en Porto, llevábamos varios días con mal tiempo y ya tenía ganas de ver el sol brillando en el Douro. La ciudad es bonita con buen o mal tiempo pero es mucho más agradable pasear y callejear cuando el sol nos acompaña.

Sobra decir que en Porto se come de “muerte” y barato si a eso le añades la simpatía de sus gentes y ese paisaje de tejados rojos y casitas típicas de multicolor, tenemos el sitio ideal para pasar unas vacaciones.

Hacia días que teníamos ganas de comer pescado fresco así que nos fuimos a Matosinhos, un pequeño municipio limítrofe con Porto donde hay muchísimos restaurantes especializados en pescado a la brasa.

Por casualidad entramos en un restaurante llamado Tras d’orelha que nos encantó. Desde el principio me dió buena impresión porque la cocina estaba en la entrada y estaba totalmente abierta. Siempre me fijo donde esta la cocina. Es un pequeño detalle pero estoy convencida que los restaurantes que tienen la cocina abierta tienen mas higiene y productos mas frescos…

Nos comimos una deliciosa Dorada que sabia de verdad a mar!! Y también unas sardinas asadas. A mí y a Sergio no nos gustan mucho pero mi padre es un fan J. Por supuesto todo regado con un buen vinho verde fresquito. Este vino ligeramente espumoso (posee ligera aguja) es una variedad de vino de Portugal elaborado en la provincia de Minho (noroeste de Portugal).La denominación se traduce en castellano como «vino verde», indicando la extremada juventud de la uva que produce el vino, que apenas ha madurado.

Después de comer, un paseíto por el parque de la Ciudad para hacer la digestión que mas se puede pedir?